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Cancún.- La aspirante a ocupar la secretaría general de Morena, la senadora Citlalli Hernández Mora, dijo que en lo personal se opone a una alianza con el Partido Verde, por tener “resquicios del viejo régimen”, aunque aclaró que esa decisión le corresponde al Congreso Nacional de su partido.
En conferencia de prensa durante su visita a la entidad, como parte de su campaña interna, la senadora con licencia afirmó que la pregunta para 2021 no es si Morena ganará, pues dice que van muy bien, sino que con quiénes ganarán. En este sentido, la militancia exige que sean con personas no solo competititivas, sino honestas y fieles al proyecto de la Cuarta Transformación.
La compañera de fórmula de Porfirio Muñoz Ledo enfatizó que Morena en realidad no necesita al PVEM pues tiene las simpatías de la mayoría de los mexicanos, y aunque los legisladores de este partido sí han acompañado a la 4T, no debieran hacer alianzas con partidos tradicionales, sino con los sectores sociales.
Aclaró que esta no es una decisión que le correspondería a ella, en caso de ganar, pero enfatizó que no se trata de ganar por ganar, sino de mantener las causas y los ideales que pide la militancia.
Por otro lado, sobre la posibilidad de lanzar candidatos a reelección, indicó que en el partido esto es generalmente algo mal visto, pero no le cerrarán el camino a una autoridad que quiera continuar su proyecto, si este goza del favor de los ciudadanos.
En este sentido, indicó que los estatutos marcan el concenso y la encuesta como los dos métodos para elegir candidatos, y por ello autoridades actuales podrán volver a contender por su cargo si así lo quieren los ciudadanos. En caso contrario, si han hecho un mal trabajo, tendrán que recoger este sentir público.
Previamente, señaló que su apuesta es mantener el rumbo hacia la construcción a un partido distinto, evitando que se vuelva en “más de lo mismo”, e indicó que Morena ha sido muy generosa al abrir sus puertas, “pero hay muchos que se han metido al refrigerador, comieron todo y dejaron un desastre en la sala”.
Criticó a la dirigencia anterior (de Yeickol Polewnsky, actual aspirante a la presidencia) por ser excluyente y faccionsa y lamentó que en estos dos años no se haya aprendido a construir en pluralidad. También señaló que reconstruirá el diálogo con la militancia y la vida interna de los comités, además de recuperar el periódico Regeneración.
Sobre su candidatura y el que desistiera de la presidencia, para sumarse a Porfirio Muñoz Ledo, explicó que ella representa al sector de la militancia, el que desapareció cuando Bertha Luján se bajó de la contienda. Por basarse la competencia en encuestas y tener ella cierta notoriedad por su cargo actual, aceptó participar, pero aclarando que se haría a un lado si llegase alguien con mayor perfil. Alejandro Encinas no quiso participar, pero Porfirio Muñoz Ledo sí.
“Se interpretó como que un hombre mayor vino a hacerme a un lado, y no es así. Es un acto de responsabilidad”, se defendió.
Añadió que participa “bajo protesta” pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación violentó sus estatutos e invadió su vida interna al ordenar esta elección por encuestas al INE. Como se mide reconocimiento, no intención de voto, gana simplemente quien sea popular, no quien tenga mejores ideas.
Aún así, afirmó que reconocerá los resultados, ya que urge que Morena se recomponga y unifique de cara al proceso electoral venidero.
Es de destacar que poco después de la conferencia de prensa, el Instituto Nacional Electoral reveló los resultados de la primera ronda de esta contienda, para definir a los finalistas. Porfirio Muñoz Ledo terminó con una ventaja de 2 a 1 sobre Mario Delgado, su más cercano competidor. Por razones de género, Yeidckol Polewsky también fue incluida, aunque su porcentaje está muy por debajo de muchos otros aspirantes (de hecho, hubo un empate entre seis en el tercer lugar).